FELICITACIÓN NAVIDEÑA: me niego a la tristeza

Este culo fantástico es de mi amada Silvia. Hoy hemos amanecido en casa de mi amatxo. Como tantas veces. Nos encanta imitar a John Lennon y Yoko Ono. Horas y horas tiradas, cotorreando, llamando por teléfono a toda la gente que queremos, descorchando botellas de vino, mientras Maro nos traía ricos manjares. En un momento hemos imaginado que acontecía un apocalipsis congelador como el de Pompeya. Y nos hallaban crionizadas para la eternidad de esa guisa; qué bonito legado.

Ayer (creo) regresábamos en la villavesa (bus urbano de Iruñea) cuando Silvia se dió la vuelta para revelar a los dos pasajeros desconocidos la frase que yo le había repetido varias veces en las últimas horas: ME NIEGO A LA TRISTEZA.

Eran una pareja ocasional, heterosexual, probablemente iban a follar por primera vez: Ella era rubia y tenía rasgos de mujer marcada: cansada, bella y exhausta. Y cuando Silvia le dijo ME NIEGO A LA TRISTEZA, sonrió como una guerrera en plena tregua.

Luego Silvia y yo nos besamos y oh cielos: dos jovenzuelas borrachas morreándose en un autobús en la ultracatólica Iruñea y nuestra pareja recién conocida se iluminó de empatía cósmica. Ni rastro de homofobia.

Este es mi mensaje para vosotras: NEGAROS A LA TRISTEZA. LA TRISTEZA ES PATRIARCAL.

Os amo.........