lunes, 24 de septiembre de 2012

FINAL FELIZ, AHORA DE VERDÁ



Resacosa, menstruante y sumida en ese letargo catódico que es para mí la siesta, he abierto los ojos justo cuando Hector se despedía de Teresa frente a su tumba. Estuve enganchada a Amar en tiempos revueltos las semanas en que el culebrón vespertino espanyol más visto se centraba en un romance lésbico y épico. Un amor largamente incubado y del todo prohibido: adúltero (Teresa estaba casada con Hector), incestuoso (eran cuñadas) y, sobre todo, ilegal (hablamos de dos mujeres en 1953, plena dictadura franquista nacional-católica en su etapa más gore). Además, Ana era una señorita bien, rica aunque empresaria, algo inusual para una mujer de su época. Había sido la jefa de Teresa en los grandes almacenes. Yo adoraba verla llegar a su lujosa casa, sola, y servirse aquellos copazos de brandy mientras mandaba retirarse al mayordomo sin haber cenado. Para colmo, estaba viuda y embarazada del difunto hermano de Teresa, fruto de una violación dentro del matrimonio.
Ana era fascinante. Su peinado de hondas, su elegancia, su inquietante y obstinada mirada, su valentía. Una de esas noches solitarias copa en mano, confesaba a su madre muerta en voz alta que siempre había estado enamorada de Teresa. Verbalizaba por primera vez la infamia, el amor imposible castigado con el rechazo social y la cárcel. Ya se habían besado una tarde en los grandes almacenes. A partir de ese momento, como cualquier amante, persiguió su objetivo: estar con Teresa.
Fue honesta con sus sentimientos. Ella sabía que era correspondida, pero que tendrían que derribar los muros más inexpugnables para poder estar juntas, al menos una vez. Vamos, lo que todo enamorado pretende. Y digo enamorado, porque a las mujeres en los relatos occidentales nos toca esperar, no actuar. El 14 de julio de 2010, Ana y Teresa por fin consumaban su amor, en la cama, como suelen consumarse los amores incluso cuando son protagonizados por dos mujeres. Yo me quedé extasiada.
Lo más alucinante para mí fue que se considera un auténtico hit televisivo, lo vieron millones de espectadores. Y el amor entre Teresa y Ana es tratado narrativamente como se cuentan los grandes amores. Digamos que el punto de vista al que la serie te arrastra bendice y celebra este amor. Con todo ese halo de imposibilidad que tanto nos deleita. Con toda esa emotividad que provoca sonrisas y lágrimas por verlas juntas al fin. Los libros, el cine y la televisión nos han enseñado a vivir la experiencia del AMOR como propio aunque sea ajeno e inventado. Por ese adoctrinamiento masivo, sobre todo hacia las mujeres, nos cuesta tanto aceptar que una relación romántica termine, o que sólo fue real en nuestro deseo. Y el AMOR legitima socialmente los vínculos, por ello me volvió loca que millones de gentes heterosexuales vibrasen con el romance imposible por fin consumado entre Ana y Teresa. 
Mi amada tia-abuela Gregoria es fan de Amar en tiempos revueltos. Quizás esto ayudó a que, cuando anuncié en una merienda familiar que tenía novia, me aconsejara: sé libre y sé feliz. Y que siempre desde entonces me pregunte por María y que ella misma se ocupe de revelar la buena nueva a familiares y amigos despistados: no lo sabes, Itziar es lesbiana. 
La historia de amor entre ellas es una de las más mimadas en este culebrón muy de la época ZP que ha denunciado la asfixia cotidiana y la represión policial de la dictadura franquista mucho más que otras series que pretenden que recordemos una Espanya gobernada por cierta recta indulgencia. (Siempre he sospechado que la bellísima y turbadora Pastora Vega abandonó a Imanol Arias porque ya no soportaba al aguafiestas señor Alcantara en casa.) 
Incluso el romance entre Teresa y Ana es narrativamente celebrado a pesar de que destruye una de las parejas más queridas y consolidadas de la serie, para colmo heterosexual y casada. Teresa deja a Héctor por Ana. Él durante algunas semanas enloquece, le sale el macho que lleva dentro pero que no es. No deja de ser un hombre que ha descubierto a su esposa en brazos de otra mujer (literalmente, juntas en la cama). Cualquier otro hombre de esa época las hubiera matado o denunciado. Pero él es un buen tipo. Pasado el berrinche inicial, acepta que Teresa ya no está enamorado de él y las deja marchar. 
Ellas se fugan a Santander donde Ana tiene una casa. Conviven como cuñadas con el hijo de Ana. Van reapareciendo, mi hermana me ha avisado durante estos dos años. Hasta que hace unos días me anunció: Ana y Teresa han muerto en un accidente de tráfico. ¡Fucking guionistas, siempre matándonos/castigándonos a las bolleras!
Héctor se está despidiendo de su gran amor frente a su tumba, sin rencor. Aparece en el cementerio un niño. Tras él, Ana y Teresa. Han simulado su muerte para comenzar una nueva vida en Argentina bajo otras identidades. En un lugar más propicio para su amor clandestino donde no sea tan fácil que las chantajeen y persigan. Y le han hecho un regalo a Héctor, su viudedad. Así podrá volver a casarse. Son tres seres de épocas futuras (o pasadas) atrapados en tiempos tan revueltos que sólo puedes vomitar. O resistir, construir, salir airosa, nunca renunciar... Se despiden con amor, ellas eligen un mañana. Juntas... ¡Benditos guionistas, gracias por inventarnos un futuro!



Itziar Ziga por Rodrigo Van Zeller

Y AHORA SÍ, ME DESPIDO YO TAMBIÉN POR AQUÍ. 
COMO DECÍAN AL FINAL DE CADA INFORMATIVO DE LA RESISTENCIA EN "V": 
BUENAS TARDES. Y BUENA SUERTE!!!!!!
DEJARÉ UNA SELECCIÓN DE TEXTOS QUE CONSIDERE MÁS PROVECHOSOS, Y AL CONTRARIO QUE CANTABA MARITRINI, ME IRÉ DESPACIO... PERO DEJANDO HUELLAS, INCLUSO BORRONES, COMO ESTE BLOG EXTRAÑAMENTE SUSPENDIDO E INACABADO EN EL LIMBO DE INFERNET...  

miércoles, 29 de agosto de 2012

A COCHABAMBA SE VAN...


... con nuestra ayuda, mejor. La Quimera Rosa y Transnoise se van a Bolivia. El proyecto se llama Akelarre 2.0 y hace unas semanas Ceci y Yan nos estuvieron contando cosas increíbles sobre ese país que es una isla de no violencia en América Latina, sobre las fabulosas cholitas voladoras y sobre sus brujeriles intenciones con las que van al centro autostenido mARTadero de Cochabamba. Estarán cinco semanas allá como artistas residentes, desarrollando el proyecto, contactando con las brujas del lugar, ofreciendo talleres y performances. Parten en octubre y el centro no puede ocuparse a penas de sus gastos. Así que han puesto en marcha una cosa rara que casi no sé teclear, una Crowfunding, para conseguir de aquí a su marcha 2400 euros. Os animo a colaborar con este akelarre transoceánico akí.


miércoles, 1 de agosto de 2012

POLÍTICA BASURA Y PROSTITUCIÓN por BEATRIZ ESPEJO



(Ella, la autocosificada y amiga Beatriz Espejo.)

El controvertido tema de la prostitución, una vez más, como fuente de íras de tiranos y salvadores; que tanto monta monta tanto.
 
Parece mentira que se intente pasar como asunto libertario el chantaje sancionador a las prostitutas proletarias cuando toda la sociedad no es sino un vulgar comercio sexual de lo más descarado. La moda nos vende sexo, la televisión nos vende sexo, el Ayuntamiento y la Generalitat venden sexo con licencias a explotadores de los macrocomercios de proxenetismo. Y ya no hablemos del estereotipo de prostitución mas aceptado: EL MATRIMONIO vulgar contrato legal de propiedad entre personas donde sexo-género-sentimiento e interés material conviven desde que el patriarcado fundó este arquetipo de relación interesada.  
Aplicando  la lógica supuestamente proteccionista que victimiza a la mujer ¿por qué no piden la abolicion del matrimonio? Acaso no es un vulgar contrato machista donde los hombres se apropían en esclusividad del sexo de las mujeres y le dicen al mundo esta vagina me pertenece? ¿Por qué no salvamos a las mujeres casadas aplicando la misma lógica que se aplica a las prostitutas? ¿Acaso la mujer casada y la puta no son la misma cara de la moneda?

Es más, las mujeres asesinadas cada año no proceden de la prostitución, sino del modelo idilico: la pareja estable.


Las politicas basura antilibertarias y tutelares inciden cada vez más en desposeer al individuo de sus decisiones demonizando unos estereotipos y promocionando otros, los clasicos, que interesan al poder.

Ejemplos:

No se permiten trileros, pero los politicos pierden el culo detras del macrotrilerio conocido como las VEGAS.

No se permite la prostitucion autónoma aquella que no deja dinero a terceros, pero dan licencias a puticlubs, promueven la pornografia (sexo-dinero) en canales de televisión, publicidad en medios, etc...

No permiten el torsonudismo, pero hacen pases de modelos en espacios publicos,  y las rebajas de "Desigual" una vez al año promociona prendas gratis a los clientes que asistan en ropa interior.

Penalizan la mendicidad tachandola de agresiva, mientras inyectan dinero a los sectores especuladores que llevan a las sociedades a situaciones catastróficas. 

Dicen luchar contra las mafias cuando son ellos la principal mafia al perseguir la autonomía y defender la especulación agresiva.

Dicen defender derechos de mujeres a las que previamente han tapado la boca y desacreditado su opinión.

Multan a las victimas del burka, ciertamente un esterotipo machista, ¿habría que multar al resto de mujeres victimas de prácticas machistas? ¿Por qué no a las monjas de clausura? por lo menos las del burka ven mundo, pero las clausuradas viven encerradas, sin voz ni voto, y haciendo trabajitos para gloria de los "machos" jerarcas de la iglesia. ¿HAY ALGO MÁS REPUGNANTEMENTE MACHISTA ? 
Pues sí, sí hay algo más machista, las mujeres que secundan el poder de dominio -en la extrema derecha, por ejemplo-. A estas señoras nadie les multará por lo que parece.


Cabe constatar, el colaboracionismo de tanta mujer en el poder con los métodos fascistoides de tanto político. Quizás porque el fascismo es masculino y la hipocresía femenina, los machistas del poder y sus mujeres se llevan tan bien.
Este tipo de señoras con el sindrome de EVA BRAUM -sensibles para sus "cositas de mujer puri" e indiferentes ante holocaustos ajenos- parecen adornar cada vez más los poderes facticos, aplicando hipócritas políticas destinadas a  discriminar a las mujeres que no son tan hipócritas y profesionales del sexo y género como ellas.

Porque está claro, a las pruebas hay que remitirse, que la sensibilidad de la mujer en el poder parece ser exactamente identica a la del machista; mujeres que odian a otras mujeres a las que desposeen de voz y capacidad de obrar.
Hipócritas que se revuelcan en modelos judeocristianos de dominio patriarcal. Verdaderas "profesionales de género" que buscan seguridad y acomodo en el invento machista de dominio y jerarquización como la política. 
¿Por qué odian a las prostitutas todas estas maripuris del poder?
CUANTAS FELACIONES TIENE QUE PRACTICAR UNA PROSTITUTA PROLETARIA PARA PAGAR UNA MULTA DE 3000 EUROS? 
¿Y nos pretenden hacer creer que ese es el camino de la liberación femenina?

Dice un dicho popular: "DE PUTA A PUTA TACONAZO". Y esa parece ser la principal fuente de discordia, la rivalidad femenina por  ganar la atencion del macho y la subordinación y fidelidad a modelos de propiedad sexual. Todo un clásico implantado por el machismo en las mentes femeninas.

Ejemplo:
Suecia penalizó la prostitución despues de que el Rey pidiera perdon por la macroorgias que se montaba con prostitutas. Decidieron penalizar para librarse de las verdadera molestia, las mujeres que vivian de la economía másculina, aunque claro, el mayor putero del reino no pisó mazmorra alguna, faltaría más.
Mientras su majestad la Reina aplaudía la decisión: No más putas, no más competencia. Fuera mujeres sexuales autónomas.
Y mientras, se supone, perdonaba los deslices del supuesto agresor, su marido, el contratado, del que no se divorciaría -faltaría más. Al fin y al cabo esa es una de las grandes labores de la mujer profesional: tragar con lo que no desean del otro mientras se amoldan a lo que se espera de ellas: la fidelidad al patriarcado y a los intereses de los roles de género clásicos -ergo- machistas.

Cabe decir que desde el feminismo verdadero, aquel que pretende liberar no solo a la mujer, sino al individuo, no estamos por la labor de perseguir a las mujeres que defienden en primera persona su autogestión absolutamente legitima de supervivencia sexual. Si las mujeres nos podemos casar y así vendernos de forma vinculante al más rico, también nos podemos alquilar de forma no vinculante para nuestra conveniencia.  O pagar  por sexo, faltaría más. 
Si podemos alterar la sexualidad reproductiva para nuestra conveniencia -entiendase aborto, píldora- también la conveniencia en primera persona regirá el resto de cuestiones sexuales.

No existirá igualdad mientras las jerarquías alimentarias existan,  las proletarias bien que lo sabemos.
El verdadero feminismo no puede permitir que las mujeres jerarquizadas y favorecidas por el patriarcado acaparen el protagonismo  del resto de mujeres, o acabaremos haciendo justicia fabricando una paridad histórica donde aparezca alguna Adolfita Hitler, demostrando así, que somos tan capaces como los hombres.

Porque al final no es la prostitución un problema, el problema son los salvadores-dictadores de la humanidad, como siempre defendiendo "nobles valores de subordinación sexual" impuestos con el garrote vil y con las típicas políticas basura.

Bea Espejo
Autora de MANIFIESTO PUTA
miembro del movimientotransputamaricabollonegrafeminista

viernes, 27 de julio de 2012

UN GILIPOLLAS MAÑANERO Y LA FABULOSA ALICIA MURILLO

Mientras me sigo planteando cómo deshacerme de este blog sin quedar numantinamente aislada en la red (no tengo facebook ni nada que se le asemeje), pasan los meses y la limusina yace cada vez más desguazada en el descampado de mi vida. Nunca se me dio bien zanjar las cosas con dignidad, probablemente por simple pereza. Acabo de regresar a casa con una garrafa de agua y la mala hostia de todos los súcubos del infierno. Como María duerme, me expreso por aquí para calmarme y transformar la rabia en mensaje mañanero a la humanidad. Debían ser las once cuando he amanecido, el aire en Barcelona arde. Mi cuerpo ha gritado: agua. No quedaba embotellada y la del grifo... cualquiera que haya habitado el Raval sabe que no es una opción. Me he calzado las chanclas y un vestido de algodón ancho de tirantes. Desde casa de María hasta el ultramarinos pakistaní más cercano hay apenas un minuto. Suficiente para toparme con varios gilipollas mirones. Mantengo la cabeza alta y la mirada fija al frente, a veces ignorar su acoso presencial es mi respuesta elegida. No quiero que las primeras palabras que salgan de mi boca este día que promete ser tan amable como otro en mi vida vayan dirigidas a un anónimo acosador. Me hago con mi bidón de cinco cristalinos litros y regreso a mi guarida por otro camino. Entro en el portal y la puerta no se cierra tras de mí. Normalmente soy yo la que la empujo para asegurarme de que nadie se cuela, ya intentaron violarme así cuando tenía quince años una tarde de domingo. Pero hoy estoy medio dormida y son las once de la mañana, conyo. Voy por el quinto escalón cuando una voz masculina me reclama a mi espalda. "Perdona, perdona, ¿dónde te has hecho ese tatuaje? Es que venía mirándolo detrás tuya y bla bla..." Cualquiera a quien le interesen mínimamente los tatuajes sabe que es una pregunta de lo más gilipollas, pero aún mi empatía compulsiva con el prójimo me lleva a informarle sobre la ciudad en la que me tatúe. Entonces, tras su estúpida pregunta trampa ese imbécil que me ha seguido hasta el portal e interpelado engañosamente me suelta: lo que más me gustan son tus pechos ahí sin sujetador (y mueve sus manos simulando el movimiento). Le contesto cínica algo como: tú eres un poquito gilipollas, seguirme para decir semejante chorrada,... Vamos, lo que se me ha ocurrido en el momento sin mostrarle la indignación que ellos buscan. Sabía que no me encontraba en una situación de peligro a pesar de su asalto, pero jode que el primer contacto con el mundo exterior sea tan miserable.  Él tiene acento andaluz, lo indico solamente porque su aspecto es de pijo sevillano. O de marica estirada. Es a lo que iba. Amigos maricas, tal y como están las cosas no esperéis nuestra espontánea amabilidad y reconocimiento. Y no os quejéis si lo primero que nos sale al toparnos con vosotros sino os conocemos sea una mueca de hastío. Ya no es tan fácil distinguiros y ellos, los machos, son un incordio permanente en nuestras vidas. En el mejor de los casos. 
Al entrar en casa diviso a María tumbada, espléndida y desnuda. Ya tenemos agua. Y yo me celebro por ser bollera. One more time.






Y aprovecho para colgar (si es que esta vez puedo, no, parece que no) uno de los últimos vídeos de la fabulosa Alicia Murillo en su serie El cazador cazado. Hoy hubiera sido una ocasión perfecta para grabar al mameluco que no ha podido resistirse a perseguirme e importunarme por el movimiento de mis tetas. Alicia explica detallada y certeramente qué hay detrás de esos piropos (qué palabra más horrenda) que tratan de resituarnos a las mujeres cotidianamente en la vulnerabilidad que nos reserva este heteropatriarcado tan asfixiante como el aire que me circunda hoy en Barcelona.   


 http://atravesespejoalicia.blogspot.com.es/

jueves, 28 de junio de 2012

SYLVIA RIVERA, NUESTRA MAMMA QUEER


Ella, nuestra princesa guerrera. Dedico estas líneas al gran Warbear -qué ganas de volver a verte y a bailar con tu teknoakelarre horas- y a mis adoradas puttanas, IdeaDestroyingMuros, con las que me reencontraré mañana en Donosti.


Una vez el fabul-oso Francesco Macarone AKA Warbear me dijo que había conocido a Sylvia Rivera y yo me quedé con cara de ameba. Él, muy sabio y cero arrogante, me miró pasmado: ¿hablas de feminidades subversivas y no sabes quién fue Sylvia Rivera? La del taconazo contra la policía en los disturbios del bar Stonewall de Nueva York a finales de junio de 1969. Hoy 28J, celebramos que las bolleras, travestis y maricas una noche se hartaron del acoso, las redadas, las detenciones con posterior violación en comisaría, y resistieron durante tres días en una batalla épica que ha fraguado la leyenda de nuestra lucha por existir (y disfrutar) como desviadas sexuales. A pesar de que por mi ventana entra el aliento de las calderas del infierno -o quizás también por ello-, se me erizan hasta los pelos que he segado de todo mi cuerpo al pensar en Sylvia Rivera y en todo lo que aconteció aquellas largas jornadas que fundaron nuestra posibilidad. 
Se encendía una luz roja en los tugurios del Greenwich Village, donde hoy una intersección de calles lleva el nombre de esta Mamma Queer, y todas las parroquianas sabían lo que iba a suceder. Entonces una ordenanza de la ciudad prohibía portar tres prendas o más que no correspondiesen al género médica y socialmente impuesto. Por supuesto, según unos códigos estéticos de binarismo heteropatriarcal de lo más rancios. Las marimacho y las travestis comenzaban a intercambiarse la ropa mientras la policía entraba como Atila, con la violencia que despliegan en cualquier parte del mundo al asaltar los zulos de las criminalizadas e indeseables. Pero aquella noche había muerto Juddy Garland y en el bar Stonewall celebraban un homenaje. Esta vez, estalló la rabia. Durante tres noches con sus días, la zona permaneció acordonada por la policía y las multitudes desviadas -lo que hoy llamaríamos queer o LGT- defendieron como fieras su pequeño pero imprescindible lugar en el mundo. La lesbo-homo-transfobia legal, social y cultural de aquella época sólo podemos imaginarla si recordamos las décadas de lucha que hemos necesitado librar desde aquel momento fundacional. Y para ello, como todos los pueblos y comunidades, hemos construido y narrado nuestra propia gesta. Se dice que Sylvia Rivera lanzó su tacón de travesti contra la policía. ¿Cómo no celebrar el 28J? 
Como casi todas las mujeres trans que conozco, Sylvia tuvo que marcharse de casa siendo una niña. Abandonada por su padre y tras el suicidio de su madre cuando sólo tenía tres años, quedó a cargo de una abuela que nunca aceptó la feminidad manifiesta e irrenunciable de su nieto. Había nacido en Nueva York en 1951, en plena posguerra ultraconservadora y patriarcal. (Cuando pienso en toda la esperanza y la libertad que nos arrebataron tras la II Guerra Mundial me pongo muy conspiranoica, como diría mi querida Sayak.) Con once años, ya vivía en la calle arropada por una manada de drag queens. De origen portorriqueño-venezolano, fue puta, yonky, sin techo, transexual y activista siempre. Luchó contra la guerra del Vietnam, a favor de los derechos de las mujeres, de la gente sin hogar, de las adolescentes que tenían que fugarse de casa para seguir viviendo, de las lesbianas, gays y transexuales, de las trabajadoras del sexo, de la población chicana más joven y empobrecida, contra la estigmatización del SIDA y de los drogodependientes. Y cuando digo luchó me refiero a organizó, coordinó, protestó, arropó, formuló, visibilizó,... Fue incansable, callejera, desbocada. Y la encrucijada de opresiones (raza, género, clase, adecuación social,...) que marcó su vida explica mejor que nada qué es esa cosa del queer. Y también qué es esa cosa del feminismo. Incluso a los obreros de la construcción a quienes instruía en igualdad -con La Crisis se ha prescindido de estos contenidos en sus formaciones- les mostraba a Sylvia Rivera. Mujer, travesti, chicana, puta, yonky, sintecho, activista siempre. Ahí la tenéis. Fundadora de nuestra leyenda. Así que. celebrad, malditas. 
Y, como a pesar de que las paroles me explicaron cómo subir vídeos, no tengo tiempo de seguir sus instrucciones, mirad esto!!!!
http://transexualidad-euskadi.blogspot.com.es/2006/04/sylvia-rivera-todava-la-recordamos.html
Me ha hecho llorar. "Los libros dicen que fui la primera en lanzar un cóctel molotov. Tengo que decir que fui la segunda." Así que fue mucho más que un tacón...




Manifestación por el 28J en las Ramblas de Barcelona, en 1977. Estas marchas se consideran también míticas y pioneras en el mundo. La lucha LGT es un camino de rosas con muchas y muy jodidas espinas. Esta foto me vuelve loca...  Por cierto, hoy en Iruñea rendiremos tributo a las maricas que follaban durante el franquismo en los baños de la antigua estación de autobuses. Olé, por tantas corridas clandestinas y gozosas. Para allá que me voy... 

ZORIONAK PERVERTIDAS DERR MUNDO

jueves, 26 de abril de 2012

martes, 6 de marzo de 2012

NO ME CREO QUE SEA ESA

Ayer me sumergí morbosamente en el telefilm que estrenaba Tele5 sobre la Pantoja. Esta mujer tiene menos esperanza de que la dejen en paz que Afganistán, como diría Doris Lessing. Para colmo, la cadena que levantó la veda sobre la tonadillera aprovechó el día que hubiera cumplido años su difunto y torero marido para dedicarle semejante regalo a ella. La película, para colmo del mal gusto, arranca precisamente cuando la viuda comienza a recuperarse emocional y profesionalmente. Y se centra, por supuesto, en la leyenda de su relación con la lesbiana más ultrapoderosa y megapérfida de todos los tiempos: Encarna (el Mal) Sánchez. Lo mejor que se ha dicho y se dirá sobre ellas fue aquel especial nochevieja 1991 de Martes y Trece. Yo lo vi en directo y no me enteré de nada, qué ingenua era. Pero me morí de la risa. Mucho después llegó El Tomate como lo cuatro jinetes del apocalipsis, y me enganché cual mona a su árbol. Cómo se sobraban, por Dior. Llegaron a señalar que, cada vez que Encarna llegaba a Barcelona, desaparecían varias púberes vírgenes. Eso sí que es encarnar a la lesbiana aristocrática y depredadora al gusto del imaginario más heteropatriarcal. La Barberá parece una teletubi al lado de la maligna Sánchez. No de Marta, claro está. (Jo, por qué estaré tan brillantemente dotada para formular temas de tesis y tan vagamente para acometerlas. Imaginad: Dos rubias Sánchez, dos modelos contrapuestos de mujer. Ya me acusaron una vez en Gente de "llevar a la Pantoja a la universidad" cuando impartí en Sevilla un taller de Pantojismo. Hasta pusieron unas declaraciones de la mismísima hastiada de que todo el mundo quiera aprovecharse de su nombre. Justo acababan de detenerla por el caso Malaya y las cámaras nos perseguían a nosotras. Hasta una redactora del programa de AR le interrogó a Beatriz Preciado -organizadora del seminario- por la teoría qeerr. En cuanto comprendieron que éramos unas freakis feministas, pasaron para siempre de nosotras, afortunadamente.)
Pero anoche, no fue la enésima reproducción del paradigna lesbiana mayor mala inicia a jovencita despistada lo que me enervó, sino semejante retrato sin sangre a lo ameba zarandeada por el destino que se ofreció de La Pantoja. Coincido a pies juntillas (qué expresión más ridícula, nunca la había utilizado) con el gran amigo telecotilla de la última tonadillera viva (¿por qué siempre daremos a Mari Fe de Triana por fenecida?) Luis Rollán: lo peor de este telefilm es que I.P. quede privada de la más mínima personalidad alguna. Ni cuando dedican una narración a una mujer son capaces de dotarla de carácter propio. Parece un personaje secundario en su propia historia. No hay nada más enfermizamente machista, qué obsesión con arrebatarnos la voluntad. Todo, todas, le pasan por encima. Simplemente, no me lo creo. Una pena, tanta pasta (lo mejor es el vestuario de la mismísima y esas gafas de sol de viuda mafiosa) y tanta intromisión para desposeerla de si misma, quien sea ella. Pero seguro que no es esa. De tan difuminada, ni mala la pintan.

"Aquel primer taller de Pantojismo, allá por el 2004. Esta foto me ha ayudado sobremanera a perseverar en una de las decisiones más difíciles que tomo en mi vida de vez en cuando: dejarme crecer el flequillo. Ya queda menos."

viernes, 24 de febrero de 2012

MARIEL...


Quizás no llegué a toparme con ella más de cinco veces pero ayer, al enterarme por Ca la Dona de su muerte, lloré como una niña. Joder, el mundo es mucho más prometedor cuando una sabe que lo habitan mujeres como ella. Abogada, investigadora, activista, volcada en las mujeres migrantes. Con su melena de amazona que olía a tierra tras una tormenta de verano y una fuerza cálida e irónica que te envolvía en su presencia. La recuerdo saliendo de aquella reveladora conferencia de Beatriz Preciado en el MACBA en 2002. Todas delirábamos de admiración ante nuestra mesías queer. Y Mariel Araya exclamó divertida: "es todo muy interesante, pero yo soy feminista de la diferencia. Y las feministas de la diferencia somos huesos duros de roer". Hoy más que nunca me encantaría charlar con ella sobre lo que he llegado a entender como excesos en las posturas más desgeneradoras que nos abocan a un salto al vacío. O ni eso. Más bien a interminables debates palaciegos que ahuyentan a menudo aquellas alianzas que decían propiciar. Cada día entiendo el feminismo más como un péndulo dulcemente escacharrado que nunca llega a quebrarse. Y los excesos son para mí tan necesarios como inevitables.
Pero, sobre todo, la recuerdo aquel primer Sant Jordi sin La Petu (Myriam Cameros) de 2004 en la parada de Pròleg. Yo estaba añorante y tristona. Ese día, que es mi fiesta catalana preferida, ya no era lo mismo sin el sarcástico entusiasmo de mi recién mudada amiga. Apareció Mariel, esplendorosa como siempre, y dejé de sentirme extrañada al instante. Me masajeó los hombros mientras nos hacíamos confidencias de adolescentes. Estaba pletórica, iba a venir a buscarla Él. Me dijo juguetona: "me siento muy perversa, cuánto me gustan los hombres siendo tan feminista". Adoro a las mujeres que viven su heterosexualidad desde tal desdramatizada y crítica conciencia.
Empiezo a sospechar que envenenaron todas las ediciones de El Segundo Sexo con plutonio. O que las feministas somatizamos demasiados dolores del mundo, como las folclóricas.
De cualquier manera, el mundo es más habitable y excitante sabiendo que lo habitan para siempre mujeres como Mariel Araya.

(Cuadro de Myriam Cameros.)

miércoles, 22 de febrero de 2012

ENTREVISTA (íntegra) EN AUX MAGAZINE

Gracias a Sofía, de La Canica, por mandarme esta imagen sublime del brasileiro Derbyblue. Y lamento que la fiebre me impidiera asistir al Febrero Feminista de Zaragoza... nenas, ¿nos vemos en marzo?

SILVIA ANDRÉS. El verdadero problema vasco, como cantaban Lendakaris Muertos, es que aquí no se folla. Si ‘el otro’ está ahora en vías de solución... ¿podremos conseguir acabar también con este? Es, en esencia, la pregunta que recorre el fresco, realista y divertido libro de la periodista y productora postporno Itziar Ziga (Rentería, 1974), titulado ‘Sexual Herria’. Esto no va de gags a lo ‘Vaya Semanita’. No. No. Es un ensayo, una exposición -casi una bofetada de realidad- de las causas y las posibles soluciones “para llegar a una Euskal Herria reputificada”.


Mucho Guggenheim, mucho metro, nuevo estadio de fútbol y... ¡en Bilbao no tenemos lujuria! ¿No crees que las jóvenes generaciones ya están poniendo remedio?

Hummmmm. Yo siempre escribo para accionar. El fatalismo no deja de ser una mueca de dominadas. Contra ello, rescato y reinvento a nuestras antepasadas putas, las sorginas. Y grito (de placer): no siempre fuimos un pueblo apocado y minimalista.

Y va el Ayuntamiento y encima pone una ley contra las conductas incívicas. ¿Qué pasa, que quieren que seamos una ciudad cosmpolita y encima tengamos menos lujuria?

El ayuntamiento de Bilbao se ha cubierto de gloria con una ordenanza que prohíbe el sexo callejero, no sólo ya la prostitución. Regulan lo innecesario para que nos sintamos culpables hasta de lo que no hacemos. ¡Maldito catolicismo! Espero que, con lo dadas que somos a contrariar, nos dé por follar como locas a pleno sol. O xirimiri.

¿No será que somos unos expertos en el onanismo y nos da pereza socializar?

Por mucho que te gustes a ti misma, nadie desprecia carne ajena. Sospecho que se nos instaló, con la leyenda del rh negativo, reivindicar la discreción como seña identitaria. Nunca entenderé porque exhibimos orgullosas nuestro alcoholismo y criticamos sin embargo la lujuria expuesta. ¿Qué tiene de interesante defender esa separación tan estricta entre ser putas en la cama pero monjas (o gudaris) en las calles?

Cada vez quedan menos paraísos lascivos y habitables a los que huir. ¿Alguna pista por si no conseguimos reputificar Euskal Herria?

Desde mi sexilio personal, siempre recomiendo a toda vaska que desee empoderarse como golfa una temporada en Barcelona. Hay otros supuestos edenes tropicales que a mí me resultan de un machismo insoportable. De todas formas, prefiero celebrar cada día el advenimiento de Sexual Herria. Ya no tengo ganas de sexiliarme indefinidamente más.

Dices que “te bajas las bragas” antes quien haya sido capaz de transitar una vida guarra y plena sin necesidad de escapar de Euskal Herria. ¿No conoces ni un solo caso? ¿Ni uno? ¡Socorro!

¡Quien soy yo para hablar de las trayectorias sexuales de las demás! No es mi intención. Sí que he conocido, en carne propia y ajena, sexilios de vaskas hacia Barcelona en busca de esa liberación que significa dejar de sentirte autovigilada, por ti y por el pueblo. Ese maldito "qué dirán" que nos coloniza para marchitarnos en la flor de la vida, que es siempre. Pero si que me han contado que hay quien se los pasa teta sin cruzar nuestras mugas. Y esto sólo confirma lo que yo sospecho: que la mojigatería nos ha sido impuesta, por tanto, es reversible.

Se adoctrina a los hombres a ser homófobos y demostrarlo. Y a las mujeres a negar que son putas. ¿Somos más putas las chicas y más maricones los hombres de lo que piensan?

Of course. Lo más interesante es comprobar cómo se nos insiste tanto desde la moral establecida, es decir, la que naturaliza nuestra dominación, para que temamos más que al diablo a desear ser maricas, bolleras, travestis o putas. Las parias del género. El estigma puta domestica a las mujeres para conformarse en los frustrantes límites de la feminidad adecuada, por lo tanto, subalterna. Incluso a defenderla como si fuera un privilegio en vez de una maldita trampa que te condena a una vida frustrante y aburrida.

¿Pero quien tiene el problema realmente? Los hombres o las mujeres o ambos. Porque si preguntas todos dirán que quieren follar. Entonces qué pasa, ¿es falta de comunicación o mentimos?

Respecto a la heterosexualidad (obligatoria, y ese es el problema), se programa a mujeres y a hombres para no entenderse. Ninguna revolución que pretenda una sociedad más justa y habitable se alcanzará sino desintegramos la desastrosa cultura del amor romántico que hemos heredado ni el heterodestino. Los cortejos, por ejemplo, en nuestros bares son dantescos.

¿Has dilucidado si mostrar cuerpos de mujeres es opresivo o puede ser liberador?

Uno de los grandes retos del feminismo ha sido arrancar al patriarcado el monopolio de la representación femenina. Llevamos décadas reinventando nuestra desnudez, nuestra imagen más sexual. Eso de que las feministas odiamos la pornografía es una leyenda urbana alimentada por el patriarcado para defenderse de nuestra insurrección, para ridiculizarnos. Y para, de paso, volver a despojarnos de nuestra autodeterminación sexual. Hay muchas feministas ahora mismo creando porno, pasen y vean.

Gayle Rubin dice que “La única conducta sexual adulta legal en todas partes es colocar el pene dentro de la vagina en el matrimonio”. Dios mío, ¿todavía no hemos superado esa etapa?

La historia no es lineal y ascendente, el progreso miente. Hay épocas de regresión de valores, que suelen ir de la mano con crisis económicas programáticas, en las que la moral hegemónica pega un golpe encima de la mesa en plan “se acabó el buen rollo”. Foros de la familia heteroespanyola (no es delirio mío, fíjate en qué bandera blanden) que salen a las calles para que maricas y bolleras no tengamos ningún derecho. Y sino estamos alertas, pueden volver a meternos en el armario de la miseria sexual otra vez a todas. Y a todos. La homofobia, por ejemplo, afecta a toda la población porque regula lo que se considera sexualmente adecuado o aberrante. Pero suele pasar que cuando llaman a tu puerta, ya es demasiado tarde.

Afirmas que las vascas carecemos de atractivo sexual para España. ¿Seguro que no les ponemos un poco y simplemente no lo dicen?

Jajaja, esta es una de las afirmaciones macarras con las que adoro decorar mis libros. Me refiero a que el prototipo de vaska es una mujer fuerte, decidida y con mala hostia. Pues qué bien. “Dame mujeres con carácter”, solía decirme mi amona. Las que habitamos los límites de la feminidad solemos ser retratadas como abyectas sexualmente. Aunque por otro lado, los machos desean en secreto aquello que más temen.

A pesar de todo este panorama nos das esperanza y aseguras que la “¡la euskal mojigatería tiene cura!”. ¿Para cuándo? ¿Por dónde empezamos?

Creo que estamos viviendo un momento históricamente prometedor, hemos salido de una encrucijada. Podemos empezar a mezclarnos más sin mantenernos tan sectarios. Nuestra gudari interior puede empezar a destensar su postura marcial y hacer la puta. ¡Qué así sea!

lunes, 30 de enero de 2012

ASUNTOS TE(x)TILES




Ay, el revuelo que puede llegar a desencadenar una teta. Últimamente, la inconveniencia de mostrar un pecho femenino me arrastra a los lugares más insospechados, tribunal inclusive. Ahora Facebook (esa obsesión colectiva a la que me he negado por ahora, ¡yo lo que necesito es menos hiperrelación y más filtros, no mayor accesibilidad!) ha censurado la portada de Sexual Herria de la página de Txalaparta. Esa maravillosa teta de mi amada María les resulta inacepatble a los reguladores morales de la red social. Yo me pregunto, ¿sólo les molesta esa emergencia mamaria o también que se dé en medio de una erótica lésbica? Hummm, a mi no me cabe la más mínima duda. Porque la portada de Sexual Herria, obra del genial Rodrigo Van Zeller, a mí me parece tierna, costumbrista, hasta algo contenida. Que María y yo aparezcamos más hieráticas de lo habitual en esa instantánea fue casual: los malditos mosquitos tigre, la altura de la roca y mi rodilla izquierda, magullada por una lesión todavía sin diagnosticar que me hice en la fiesta de la Muestra Marrana cuando emulaba a un híbrido entre Jennifer Beals en Flashdance y algún dantzari en pleno aurrezku. Pero a mí me encanta esa cierta timidez que desprendemos porque encaja providencial..., qué coño, brujerilmente con esa reputificación de la que hablo en el libro. Además, no soy gilipollas, no voy a autoboikotearme publicando una foto en la que yo pienetro a María, por ejemplo, con primerísimo plano de vagina dentata. Una vez José Pons, mi editor de Melusina, me recomendó que no reprodujera el dibujo íntegro que las fabulosas O.R.G.I.A. me habían entregado para Un zulo propio porque entonces el libro no se exhibiría en los escaparates ni expositores. Y quizás alguna lectora más tímida no lo leería en el metro para evitar acosos y réprobas miradas. Y yo adoro los escaparates y a mis lectoras. Así que entre todos ideamos que la portada fuera esta...



... y, al desplegar la solapa aperecía esta.

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Por aquella época, entrevisté a la genial cineasta iraní Firouzeh Khosrovani. Y me pareció tan lista, tan guapa y tan maja que le regalé Un zulo propio. Ella ha decidido vivir en Irán y luchar por la apertura social allí. (Ahora se me ocurre que vaskas e iraníes compartimos una entrega tozuda e irresistible a nuestro pueblo, de ahí mi retroséxodo.) Así que le dije: qué bien, un libro mío llegará a Irán antes que yo. Entonces ella vío el dibujo completo de la solapa, con giganta a punto de devorar vaginalmente la torre Agbar, sonrío y me dijo: me temo que no, podría tener problemas al entrar en mi país. Me escribió al poco tiempo para decirme que el libro le había encantado. Ella tiene un documental maravilloso, Rough cut, en el que retrata la ingeniosa resistencia de comerciantes textiles en Teherán para no acatar la norma de los guardianes de la revolución islámica que les prohibe mostrar las prendas sobre maniquíes de cuerpos contundentemente femeninos. Volvemos a las tetas, a las caderas, a las redondeces. Hay qué joderse, qué obsesión contra la voluptuosidad. Me alucinó conocer la destreza con la que tenderos de pequeños negocios reproducían cuerpos de mujer a través de un entramado de hilos colgantes. Porque las que estaban prohibidas en sí eran las maniquíes. Y, una vez más, la astucia burló a la estupidez de la censura. Para concluir: mi teta y yo. No vaya a decirse por ahí que sólo me gusta mostrar (problematicamente) las de las demás



Y la nota de prensa de Txalaparta sobre el asunto tetil...




Mediante esta nota de prensa, deseamos comunicar a la opinión pública que Facebook ha decidido retirar de la página que Txalaparta tiene en dicho sitio web la portada del libro Sexual Herria, de Itziar Ziga, porque, al parecer, incumple las normas de dicha empresa. Desgraciadamente, no es la primera vez que sufrimos este tipo censura; cabe destacar que algo similar nos ocurrió con el video de la presentación del libro Pornoterrorismo, de Diana J. Torres, que fue retirado hace nueve meses de Youtube aduciendo razones similares. En ambos casos, lo único que se muestran son unos pechos de mujer. Al igual que hicimos entonces, volvemos a denunciar públicamente la falsa moralina y el ataque a la libertad de expresión que supone esta censura sexual y, en general, cualquier tipo de censura. Podemos contemplar en Internet o en cualquier medio de comunicación, torsos desnudos de hombres, ejecuciones, agresiones y fuerza bruta, matanzas de seres humanos o animales, imágenes inmorales e indecentes del hambre que ocasiona ese mismo sistema que “vela” por nosotros, por nuestra moralidad. Sin embargo, se censura la portada de un libro que muestra el pecho desnudo de una mujer.
Ante estos hechos, queremos denunciar la moral sexista y heteronormativa que impera en nuestra sociedad y que, precisamente, queremos combatir mediante libros como Pornoterrorismo o Sexual Herria. Está claro que esta lucha tiene muchos campos de batalla y, sobre todo, que está todavía por ganar. Por todo ello, hacemos un llamamiento a la sociedad a denunciar y combatir este tipo de ataques de índole neoconservadora.