AHORA SÍ QUE NO TENGO ABUELA

Este sábado, en pleno éxtasis, me avisaron de que se había muerto mi amona. La única abuela que he conocido. Como madre, para mí no hay más que una. Porque si este mundo llega a conocer dos Susanas Goikoetxea Erburu, lo mismo no era el mismo. Tremenda mujer... Para algo maltrato yo mi cuerpo dulcemente: intento acortar mi longevidad congénita. La señora llegó a completar el siglo antes de decidir, con la consciencia de quien fue fugada desde hacía seis años, no volver a alimentarse. Huelga de hambre, se acabó. Terca como la mula con la que emigró caminando hace más de ochenta años de su Izkue natal a Iruñea... a penas treinta kilómetros que nunca volvió a desandar. Dejo aquí tres de sus innumerables perlas:
_ Cuando me sorprendió charlando con un amigo tirados en la cama, se plantó en la puerta ofendida para soltar aquel inolvidable "cada uno a su pueblo", me llamó a mí marrana, le comuniqué qué él era gay: TONTAS, MÁS QUE TONTAS... ¿ESO OS DICEN AHORA?
_ NO TE FIES DE UN HOMBRE CUANDO LO VEAS LLORAR, QUE CON LÁGRIMAS TE DICE VAYA PALO TE VOY A DAR
_ LLEVA SIEMPRE BRAGAS LIMPIAS NO VAYA A SER QUE TENGAS UN ACCIDENTE Y TERMINES EN EL HOSPITAL
Lo que dijo aquella mañana del atentado a Aznar no lo transcribo aquí porque todavía no llevaba la dentadura puesta y me parece una falta de respeto hacia su intimidad.
Era nuestra matriarca. Mantuvo la red y la memoria de su mundo como una sacerdotisa durante décadas. Cada vez que le presentaba a alguien de por aquí, ella preguntaba el apellido. Con dos datos más ya podía relatar la historia de toda su familia. Incluso lo que nadie quería nombrar. Muchas veces acabábamos siendo primas. Ayer me contaban que una vez fue a comprar huevos al mercado. Regreso a las dos horas, sin los huevos. Saludaba hasta a las baldosas.
Ella y todas las hermanas Goikoetxea me mostraron la fortaleza de las mujeres y de nuestro vínculo. "Dame mujeres con carácter", solían decir.
Ahora estoy preparando mi discurso para su funeral, me han pedido que hable en misa...
Como me parecería una falta de respeto hasta para mi lengua desatada contar esto en la iglesia, lo suelto aquí: vaya tetas y muslos turgentes que tenía mi amona a sus cien años!!!!

AGUR AMONA, GRACIAS A TU FUERZA NUNCA OLVIDARÉ QUIEN SOY

Y no sé porqué necesito hoy esta banda sonora explosiva...