LA PRINCESA ESTÁ TRISTE... Y YO MÁS PORQUE LA VALCÁRCEL NO NOS COMPRENDE

Dedico esta entrada a mi amiga María Castejón (a la Castrejón ya la dedicaré otra), que es blanca, heterosexual aunque pobre, madre, feminista, y compañera de activismos, fatigas y birras. Que no es lo mismo ser heterosexuala que heteronormativa, no es lo mismoooooo....

...qué tendrá La Princesa del Pueblo...? No creo que el poeta nicaragüense evocase a alguien como B.E. al escribir sus inmortales versos, pero ya todo da igual. Cuando vas tecleando el nombre B-E-L-E-N en el google, antes de pulsar la "n" final se prioriza en el buscador "belén esteban". Horas y horas de exaltación televisva analizando porqué gusta tanto ella... y a la vez imponiéndonos tal ídola, como no. Que si ella es auténtica, que represnta al 40% de la población (esto lo escuché anoche), que es una luchadora nata, que la vida sólo la da palos, que es una madre coraje, que hay un compló de la CIA contra ella, que el público ha elegido al fin a una celebritie pixelada a su imagen y semejanza. Ella: chica de barrio que se lía con famoso y mujeriego torero, se queda embarazada, la familia del torero la rechaza, se separa, comienza a trabajar en la tele diciendo lo que le sale del coño y hablando de su ex, tiene varios novios, su hija crece y hace la comunión, muere su padre, encuentra marido hostelero, se casa, se compra un chaletorro que te cagas, su matrimonio no parece muy estable, tiene diabetes, se deja la cara hecha un cuadro en el quirófano, cada vez gana más pasta, aparece una amante de su marido, parece que se separa,... dice burradas con la gracia de una poligonera madrileña y sobre todo, llora ante la cámara mejor que nadie. Quitando lo del torero, el trabajo de cotilla privilegiada y el chaletorro, de acuerdo, es tan anodina que podemos llamarla Princesa del Pueblo. Reconozco que debes tener algo de luz propia, me quedo enchufada unos segundos cada vez que te apareces en la pantalla. Yo también crecí en un barrio de bloques, pero esa empatía de clase que despiertas es más falsa que un duro de cartón. Lo de rentabilizar tus lágrimas y ese papel de hembra victimaria sempiterna me saca de quicio. ¡Pero qué pesada hija! Deja ya de llorar, vete a terapia (o lee un poco) para curarte esa rivalidad enfermiza con la mujer de tu ex, no utilices más a tu hija para hacerte la superheroína que no es para tanto,... Claro que ya estoy entronándola yo sin darme cuenta, ¿pero qué se le puede pedir a la Esteban? Con lo facha y lo burra que es la (falsa) pobre, mejor que siga de plañidera dándose pena de si misma o atacando a la Campa. Qué como le dé por el ánalisis político y teniendo en cuenta que la Princesa del Pueblo en la Era de la Crisis parece ser una mujer de influencia, lo mismo el momificado Fraga se quedaba corto... y nosotras acabábamos aún más jodidas.
Y cariño, que estás forrada, ¿quién coño te recomendó ese cirujano plástico?
Ahora que lo pienso, igual reformulo el Pantojismo y lo llamo Belenestebanismo...

El otro gran asunto que me quita el sueño es este vídeo. Amelia Valcárcel no nos comprende. Oh, cielos, por qué... Amelia, cari, ¿qué te hemos hecho las queer/transfeministas? En realidad creo que no lo sabes ni tú porque basicamente desconoces cuáles son nuestros debates y encrucijadas y, sobre todo, la diversidad de nuestros activismos. Pero hablas, desde tu púlpito, bien que hablas. Y desprecias. Parece como si nosotras nos dedicaramos a temas menores mientras las mujeres del mundo planetario sufren.
Nos acusas de perdernos en debates acerca de la identidad y el deseo. Cari, la que debe perderse en debates eres tú que para algo eres filósofa. Nosotras somos activistas, no lo olvides. Esta no es la primera vez que escucho como desde cierto feminismo (blanco burgués y heterosexual) se nos trata de minimizar con la invención de que a nosotras sólo nos interesa devanarnos los sesos (y los sexos) elucubrando sobre la identidad. ¿Por qué no leéis un poco, caris? La emergencia queer de los noventa en Nueva York (Act Up, Lesbian Avengers,...) fue una revuelta directa y resistente desde los márgenes (sexo, opción, raza, clase,...) para tratar de volver sus vidas habitables. Ser una chicana bollera y pobre también es jodido, Amelia. No lo olvides. Pero no hace falta que te vayas al epicentro espacio/temporal de la insurgencia (antes que teoría) queer. Aquí, cerquita tuyo (o eso creo), tienes a otras transfeministas de salón que nos pegamos las tardes debatiendo sobre nuestra identidad y nuestro deseo mientras tomamos el té con el dedo meñique en alza. Medeak, La Acera del Frente, TransMariBolherasPrecarias, Les Atakás, Hetaira, Garaipen, Conjuntos Difusos, la Eskalera Karakola... Laura Bugalho, Bea Espejo, Juana Ramos, Cristina Garaizabal, Sayak Valencia, Alira Araneta, Beto Preciado, Kim Pérez, Gracia Trujillo, etc,... ¿Te quiere sonar, cari?
Por si te da pereza informarte sobre tanta acción de golpe, ya te lo facilito yo. Las Medeak, por ejemplo, son una célula de bolleras transfeministas afincadas en Donosti. (Perdón por la insistencia en recordarte que muchas somos bolleras, las que estamos en el lado oscuro e incómodo de la barrera no tenemos otro remedio que resistir desde ahí para nos ser asimiladas, invisibilizadas y violentadas por la identidad hegemónica.) Además de organizar el 8 de marzo, el 28 de junio, el 25 de noviembre y demás efemerides, varias de ellas son técnicas de igualdad. Forman en feminismo a grupos de chavalas por los pueblos. Participan en cursos de empoderamiento para mujeres. Están implicadas en la gestión de la recientemente inaugurada Casa de las Mujeres de la ciudad. Imparten per tot arreu talleres Drag King. Organizan jornadas como a la que me invitaron en noviembre del año pasado con el título Repensando el concepto de violencia. Están coordinadas con varias redes a nivel estatal: despatologización trans, transfeminismo,... Cuando nombraron obispo al ultraconservador homófobo Munilla, montaron una delante del Buen Pastor de órdago. Formaban parte de la comisión de contenidos para las Jornadas Feministas Estatales de Granada, hasta que las echaron. (No debes ser la única a la que te caemos mal.) Están siempre tan ocupadas que las echo de menos, ahora mismo ninguna me coge el teléfono. Viernes 20.ooh. Y en todo eso que hacen, te aseguro que son transfeministas, cari.
Pero tú no tienes ningún interés en conocernos, menos aún en reconocernos. Para ti nunca seremos interlocutoras válidas. Y tú tienes poder, cari. Nosotras tenemos necesidad y acción. Y reflexión, no te jode. Es que además somos listas y estamos formadas en feminismo, pero en feminismo radical del que ha existido siempre desde (antes de) Olympe de Gouges. Nos acusas de obviar la violencia machista, ¿y tú qué coño sabes de nuestras vidas, Amelia?
Da igual, como hijas bastardas del feminismo no necesitamos tu beneplácito. Tenemos muchas cosas que hacer, cari.

Y QUE CONSTE QUE YO, POR EL FEMINISMO, MA-TO