De verdad, a mí me gusta pensar en otras cosas. Soy obsesiva, aunque no tanto. Pero la opinión publicada se empeña en escupir sal sobre mis llagas políticas. Y salto, cómo para no saltar.
llham Moussaïd, bereber-francesa de 23 años, se presenta cuarta en las listas electorales del Partido Anticapitalista por Avinón. Estudia gestión de empresas, es de familia obrera, ayuda a las adolescentes de la periferia a luchar por su futuro, es antisistema, feminista y activista por la libertad del pueblo palestino. Se puso un hijab con 18 años por propia elección, niguna de sus hermanas lo lleva. No se lo perdonan.
Ella se defiende: "Yo soy feminista, es decir, estoy en contra de todo tipo de violencia y de opresión contra la mujer, defiendo la igualdad entre el hombre y la mujer. Pero no hay una sola manera de ser feminista o de defender a las mujeres. Yo no estoy oprimida por llevar el pañuelo. Sé que hay mujeres que piensan que taparse la cabeza es un símbolo de opresión. Pero repito: yo no lo estoy. En los años setenta, tal vez podría ser así. Pero no ahora. Se trata de una elección personal. ¿Por qué lo repiten constantemente? ¿No se esconde aquí una profunda islamofobia?"
Fadela Amara, la que fuera lider del movimiento que hace salibar de autocomplacencia a nuestras feministas ilustradas blancas, Ni Putas Ni Sumisas, y hoy secretaria de Estado (en el gobierno Sarkozy) para asuntos de los barrios periféricos, es decir, más vendida que una concejala socialista en Marbella, criticó la candidatura de Ilham. "Me extraña que un partido político que se dice laico y feminista lleve en sus listas a una mujer con un pañuelo. Ese pañuelo no es simplemente diez centímetros de tela sino el símbolo de un proyecto político de la opresión de las mujeres y de la confiscación de sus derechos. Esta estudiante forma parte de ese tipo de personas a las que he combatido siempre. Su manera de defender las libertades individuales simplemente me horripila". Ni Putas Ni Sumisas piensan denunciar la candidatura por considerarla ilegal y contraria a los valores de la República Francesa.
Según estas oligarcas del feminismo blanco (aunque todas ellas no lo sean) liberal es un disparate:
SER PUTA Y FEMINISTA
LLEVAR UN HIJAB EN LA CABEZA Y SER FEMINISTA
PRACTICAR EL S/M Y SER FEMINISTA
SER TRANS Y FEMINISTA
SER NEGRA Y FEMINISTA
SER GITANA Y FEMINISTA
SER ANORÉXICA Y FEMINISTA
SER MUSULMANA Y FEMINISTA
(AUNQUE CRISTIANA SÍ)
etc...
Ellas, desde sus despachos de género, desde sus cátedras, desde su chalé, desde su arrogancia, desde su privilegio burgués y eurocéntrico, desde su heteronormatividad, nos dicen a nosotras: NO SOIS FEMINISTAS.
Qué tengan huevos (y digo huevos porque se han valido de las jerarquías patriarcales para ascender) y digan de una vez también que NO SE PUEDE SER POBRE Y FEMINISTA.
Sólo espero que Olympe de Gouges resucite en plan zombie vengativa, las vea... y les muerda en un ojo.
Seguro que estaría orgullosa de Ilham.